A finales de 1800, el capitán Max von Stephanitz quería un
perro de trabajo superior. Utilizó varias razas antiguas de granja y de
pastoreo para producir finalmente al Pastor Alemán o en alemán el Deutscher
Schaferhund.
Desde su aparición como raza ha ganado popularidad como
perro de trabajo versátil y hoy, es una de las razas más reconocidas en el
mundo.
El perro Pastor Alemán es ante todo, un perro de trabajo, su
temperamento y carácter son sus rasgos más importantes. Son leales y valientes,
y su capacidad de aprender y retener su formación es legendaria.
La cabeza del Pastor Alemán es clásico, con grandes orejas
en posición vertical, los ojos almendrados, oscuros, y siempre alerta.
Su cuerpo es más largo que alto, fuerte y musculoso. Las
patas delanteras son rectas, las patas traseras retraídas. La cola es espesa y
se cuelga en forma de hoz. La capa de pelo tiene una capa externa recta y una
densa capa interna. El patrón de color más reconocible es el bronceado a beige
en el color base, con una espalda de color negro, hocico negro, y orejas
negras.
Cuidados.
El cuidado del pelaje de esta raza no es difícil pero sí
requiere tiempo. La capa no es propensa a la formación de esteras pero arroja
mucho pelo todo el año, y se incrementa más durante la primavera y el otoño.
Durante las temporadas de vertimiento, la capa inferior sale en manojos, y si
no es cepillado a diario, el interior de su hogar será cubierto de bocanadas de
pelo fino.
Las grandes orejas erguidas funcionan como un radar, captura
cada sonido a su alrededor, pero también parecen recoger la suciedad, por lo
que los oídos deben ser limpiados dos veces por semana.
El perro Pastor Alemán necesita ejercicio diario y vigoroso.
La raza es conocida por su gran resistencia, por lo que trotar al lado de una
bicicleta es su gran ejercicio natural. La raza es generalmente un perro
perdiguero natural, por lo que los juegos de captura de pelota o el disco
volador son también grandes maneras de quemar su exceso de energía.
Son naturalmente vigilantes, protectores y reservados con
los extraños. Por lo que la socialización cuando aún son cachorros es muy
importante. Para ello necesitan conocer gente de todas las edades, tamaños y orígenes
étnicos. Un Pastor Alemán no socializado puede estar preocupado, temeroso y
tímido ante cualquier persona extraña.
La capacitación también debe comenzar a temprana edad. Esta
es una raza inteligente, necesitan el reto mental que el entrenamiento y la
educación proporcionan. Los expertos coinciden en que los Pastores Alemanes
"Son leales, dedicados y darán todo para proteger a su dueño. Son muy
sensibles a la formación. Su propietario debe estructurar la formación,
proporcionar directrices para el perro, y luego hacerlas cumplir. "
Recomendaciones.
Un perro pastor alemán es lo suficientemente inteligente
como para meterse en problemas y puede ser un gran reto para propietarios
primerizos. El propietario de esta raza debe mantener al perro activo y
ocupado, mantener la formación continua, y ser capaz de canalizar el deseo del
perro al trabajo.
Un Pastor Alemán bien entrenado puede ser muy bueno con los
niños, aunque los cachorros pueden ser muy traviesos. Estos perros también son
buenos con otros animales domésticos.
La raza, sin embargo, tiene algunos de los principales
problemas de salud, incluyendo la hinchazón, la torsión, la displasia de codo y
la cadera, panosteitis, problemas con el páncreas, y las alergias.
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